Agenda de Sadrac

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domingo, 11 de abril de 2010

El Servicio Cristiano

De las veinte acepciones que tiene la palabra “servicio” en el diccionario de la lengua española, solamente tres parecen relacionarse con el uso que hacemos los cristianos: acción y efecto de servir, culto religioso, y favor que se hace a alguien. Visto así, es muy poco lo que se puede aprender del servicio cristiano, y tal vez esta sea la razón de que muchos cristianos “no sirvan”. ¿Qué entiende nuestra sociedad por servicio? Básicamente el servicio es algo que se contrata en nuestros días. Al trabajo se le llama servicio. El servicio es pagado y nuestra sociedad consumista nos impulsa a contratar tantos servicios como sea posible. Nuestra sociedad ve con buenos ojos que usted pueda pagar que le laven el carro, que le corten el césped, que le pinten la casa, comer en restaurantes antes que cocinar, etc.

¿Qué debemos entender por el servicio en general y qué debemos entender por el servicio cristiano? ¿Es el servicio algo que se hace o es el resultado de algo que se es? ¿Qué relación hay entre el servicio y el desarrollo personal? ¿Qué lugar ocupa el servicio en la relación de Dios con el ser humano? ¿Es el servicio un fin o un medio? ¿Cómo pensar bíblicamente sobre el tema del servicio?

Nuestro enfoque en este mensaje será proveer una respuesta bíblica a la pregunta de qué es el servicio. Esto de ser bíblico ha preocupado siempre a los cristianos, y con razón, porque la Biblia es la Palabra de Dios. Muchos han entendido esto como poder citar algún o algunos pasajes bíblicos que se refieran al tema y se han dado por satisfechos con este enfoque. Sin embargo, hay un camino mejor. Aquí yo les muestro un camino más excelente para llegar a ser bíblicos. Básicamente, este camino es seguir la narración bíblica y aplicar al tema de servicio sus principales momentos.

Primer escenario: la creación

El primer escenario de la revelación bíblica es la creación (Génesis 1-2). ¿Qué podemos aprender del servicio mirando los relatos de la creación? Notemos que todavía no ha entrado el pecado a la humanidad y que todavía no se hace necesario un plan de salvación. El mandamiento y bendición de Dios para la humanidad fue: “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran”.

Entre las muchas cosas que podemos decir de la creación con respecto al servicio yo rescato lo siguiente: El campo de servicio es el mundo. No hay esfera de la vida humana, personal o social, que no sea apta para servir. Dios ha entregado al mundo al ser humano para que éste lo gobierne. Desde sembrar un árbol y limpiar los ríos hasta alimentar al hambriento y darle techo al extranjero, todas estas son esferas de servicio.

Notemos de paso, sin sacar las consecuencias todavía de esta verdad, que Dios como creador, sitúa al ser humano como encargado de la creación. Esto significa que todo servicio debe ser visto como servicio a Dios y en el contexto de la relación del ser humano con Dios.

Segundo escenario: la caída

El segundo escenario de la revelación bíblica es la caída de acuerdo a Génesis 3. ¿Qué podemos aprender del servicio mirando el relato de la caída? Notemos que la desobediencia humana ha trastornado el plan original de Dios. El ser humano es ahora esclavo del pecado, la muerte se ha introducido, y todo el orden creado, del cual el ser humano había sido hecho responsable, sufrirá las consecuencias.

Entre las muchas cosas que se podrían decir de la caída en relación al servicio yo rescato lo siguiente: Queda claro que el ser humano, separado de Dios, se convierte en dominador de la creación y en dominador de sus semejantes. En lugar de entender su función como mayordomo, se cree dueño y además, hace de sus necesidades un fin último, y por eso, todo lo ordena alrededor de sí, para su provecho.

Al hablar de servicio en un mundo caído, hay que entender que prácticamente no sabemos lo que es eso. En segundo lugar, no faltarán personas que estarán al acecho para aprovecharse del que sirve. En tercer lugar, la persona que sirve también puede hacerlo como un medio y no un fin, pervirtiendo de esta manera la verdadera naturaleza del servicio.

Tercer escenario: la historia de Israel

El tercer escenario de la revelación bíblica es la creación de un pueblo a través de Abraham (Génesis 12 a Malaquías) con el fin de empezar revelar a Dios y de empezar a restaurar la humanidad a una relación con Dios. ¿Qué podemos aprender del servicio mirando a la historia de Israel? Notemos que este escenario, aunque cubre mucho de la historia bíblica, no es autónomo ni completo. Es una fase del plan de Dios que en muchos sentidos es preparación del clímax de su narración y revelación.

De las muchas cosas que se podrían decir de la historia de Israel en relación al servicio, yo rescato lo siguiente: Al igual que con la creación, en este inicio de la salvación, Dios es el que tiene el plan, el diseño, el propósito, el que toma la iniciativa y ubica al ser humano en relación con su voluntad. El ser humano no tiene iniciativa en la clase de servicio y en el modo de servicio. Dios es el que invita y el que abre el espacio.

A diferencia de la creación que llamaba a todo ser humano a servir de manera directa y explícita, en el plan de salvación Dios invita a Abraham y a su descendencia para que le sirvan como instrumentos para alcanzar a otros ser humanos, a otras naciones. De este modo vemos que en el plan de salvación los seres humanos podemos ser medio de gracia, medios que Dios usa para alcanzar a otros. Nacen ministerios como sacerdotes, profetas, reyes, todo el fin de que el testimonio de Dios esté vivo y brillando para que las naciones puedan ver las obras de Dios y su mensaje.

Aprendemos entonces que hay dos modos de servicio: el general, al cual todo ser humano ha sido llamado, y el redentor, que tiene que ver con la comunicación de las obras salvadoras de Dios y su revelación.

Cuarto escenario: la encarnación de Jesucristo

El cuarto escenario de la revelación bíblica es Jesucristo (los evangelios y el Nuevo Testamento). ¿Qué podemos aprender del servicio mirando al relato del cumplimiento de la revelación de Dios y del cumplimiento de la salvación de Dios a favor de la humanidad? Notemos que Jesucristo es la revelación definitiva de Dios, la definitiva palabra de Dios, el mensaje final y el mensaje total de Dios. Pero también Él es el Salvador final, el único y verdadero salvador. No hay otro Salvador. Él inaugura el reino de Dios y crea una nueva comunidad que se llama la iglesia, la cual es su cuerpo.

El creador y salvador, él mismo, es el servidor. Yo estoy entre vosotros como el que sirve, dice Jesús. Yo no he venido a ser servido, sino a servir. En Cristo tenemos mayor claridad del propósito original de Dios. No solamente hemos sido llamados a servir, sino también a reconocer el señorío de Dios en nuestra vida. Amar a Dios es servir a Dios. Servir a Dios es amar a Dios. Hay un sentido en que no se sirve al prójimo, sino a Dios. Toda la vida de un seguidor de Cristo es servicio. No se sirve, sino que se es. Somos servidores de Dios. Téngannos los hombres por servidores de Dios.

Quinto escenario: la consumación de todas las cosas

El quinto y último escenario de la revelación bíblica es la culminación o establecimiento definitivo del reino de Dios en la segunda venida de Cristo. ¿Qué podemos aprender con respecto al servicio cristiano mirando a la esperanza del reino venidero y la esperanza de la venida del rey? Notemos que vivimos entre el “ya y todavía no” del reino de Dios.

Nuestro servicio no es completo, como no lo es nuestro amor. Vamos en camino. Tampoco los frutos del servicio se ven en esta vida. Hay que servir en esperanza. Hay que tener fe para servir. La obra en el Señor no es en vano.

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Pastor de CCEB y Profesor del Seminario ESEPA. Ver más información en www.esepa.org