Agenda de Sadrac

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jueves, 4 de febrero de 2010

“Salvando la vida”

“Salvando la vida”
Marcos 8:31-9:1

La vida y la muerte son el tema de este pasaje. Sin embargo, es un tema que tiene dos aspectos que debemos diferenciar o mejor dicho, tiene dos aplicaciones diferentes pero relacionadas, ya sea que se trate de Jesús o de los discípulos y multitudes.

Con respecto al mismo Jesús, la enseñanza es totalmente clara (8:32). El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado, y hasta morir; pero, luego de todo esto, resucitará. No se dice por qué esto es “necesario”. Está claro que el mundo, representado por los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, será el responsable por el rechazo y será el agente de la muerte. Cuando el Hijo del hombre llora, el mundo ríe (cf. “I started to cry, which started the whole world laughing”).

Con respecto a los discípulos y la multitud (8:34; esto es, toda la humanidad), es interesante notar que esta enseñanza “clara” de Jesús respecto a sí mismo parece contradecir un hecho asumido como fundamental por todo ser humano: todo ser humano debe luchar por su vida, por vivir y no debe aceptar su muerte pasivamente. Pedro, vocero de los discípulos y de todo ser humano, expresa a Jesús esta preocupación. Le dice: tú también eres un ser humano (eso es lo que significa que sea el Hijo del hombre), eres uno de los nuestros, eres nuestro hermano mayor, eres nuestro maestro y modelo; si nos representas a nosotros, tienes que saber que las personas luchamos por vivir y no aceptamos la muerte pasivamente. Hay algunos, inclusive, que por preservar la vida llegan a hacer cosas ilógicas y ridículas; otros, ante el temor a la muerte o un tipo especial de muerte, aceptan “vivir” en condiciones infrahumanas.

El que quiere reprender al Señor Jesús, sale reprendido. “Tú no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres”. Pero estas palabras son dichas a Satanás y no a Pedro: “Aléjate de mí, Satanás”. O en otras palabras, a Satanás a través de Pedro, o a Pedro que simbólicamente es llamado Satanás (cf. “a Satanás para que entienda Pedro”). Queda claro de cualquier manera, que Satanás es el mejor “amigo” del hombre. Lo que Satanás ha inspirado en Pedro son los pensamientos de los hombres. Satanás conoce e interpreta el sentir humano. Satanás defiende el punto de vista humano. Lo que llamamos el pundo de vista humano, es el punto de vista que Satanás inspira desde el huerto del Edén en cada ser humano. El ser humano no se da cuenta de esto, porque es esclavo de Satanás, y la costumbre de pensar siempre como piensa, lo lleva a creer que son sus pensamientos.

El pensamiento humano-satánico expresado por Pedro, está equivocado tanto con respecto a Jesús, como con respecto al ser humano. El pensamiento de Dios con respecto a Jesús y al ser humano es diferente (cf. “mis pensamientos no son vuestros pensamientos”). El pasaje no sigue elaborando el tema de porqué Pedro está equivocado con respecto a Jesús, pero sí continúa explicando el tema de porqué la perspectiva de la vida y la muerte humano-satánica está equivocada. La razón es muy sencilla: el que quiere salvar su vida, la perderá.

“Porque el que quiere salvar su vida, la perderá; pero el que pierde su vida por mi causa y por el evangelio, la salvará”. Jesús nos invita a un uso creativo de la imaginación y dejarnos embargar por la paradoja. La vida es una ironía: entre más la buscamos, más la perdemos (cf. “oh, if I'd only seen that the joke was on me”). Jesús nos dice que pensar, dialogar y actuar sobre la vida y la muerte de manera abstracta e independiente, no tiene sentido, y lleva solamente a la pérdida de la misma. La vida y la muerte no pueden ser pensadas y resueltas “desde abajo”. La vida y la muerte no pueden ser resueltas por sí mismas. La vida y la muerte deben ser puestas en relación a la “causa” de Cristo y el “evangelio”. Solamente en relación a Jesucristo, en relación al reino de Dios, en relación a las buenas nuevas del reino de Dios, podemos hablar de salvar la vida, encontrar la vida, perder la vida, y actuar a favor de la vida. Todo pensamiento y diálogo aparte de Jesucristo, no puede ser vida. Aparte del evangelio, nuestro hablar de la vida es solamente un mal chiste que hacer llorar (cf. “I started a joke, which started the whole world crying”).

Alguien podría pensar que la manera de salvar la vida es uniéndose a la causa de Cristo y aceptando su evangelio. Esta sería una lectura sin la imaginación creativa y sin atender a la paradoja que mencionaba anteriormente. El mensaje de Jesucristo no es una manera, entre otras, para lograr los objetivos humanos o mejorar sus condiciones. El evangelio del reino de Dios no es un método o un medio para lograr los fines humano-satánicos. El evangelio es la meta, el destino, la causa (i.e., “our final destination”). Aunque la vida no es un medio, sí debe ser redefinida. La vida es la causa (cf. “para mí el vivir es Cristo”). La vida no es un todo cerrado, sino un todo abierto, se define por lo que se busca (cf. “más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”).

Negarse a sí mismo es negarse a esa mentalidad humano-satánica para dar paso a la mentalidad de Dios. Ese negarse a sí mismo es lo que se llama morir o tomar la cruz. Esta muerte es la que nos hace vivir y que otros vivan (cf. “'Til I finally died, which started the whole world living”). Perder la vida por causa del evangelio significa hacer de la vida una causa, pero no cualquier causa, sino la causa del crucificado, la causa del rechazado, la causa del que sufrió y sufre, la causa del que murió por todos, la causa del reino de Dios, la causa del resucitado, la causa del que hace nuevas todas las cosas, la causa del que conoce los corazones de todas las personas, la causa del que otorga gracia sobre gracia, la causa del que perdona pecados, la causa del que otorga el Espíritu Santo, la causa del que tiene todo poder en los cielos y en la tierra, la causa del que ama, la causa del que busca la oveja perdida, la causa reino de Dios.

Pare de sufrir (cf. “I fell out of bed, hurting my head from things that I'd said”). Pare de buscar la vida en donde no está. Pare de vivir por causas que son añadiduras y no la vida misma. Pare de caminar y correr en la máquina sin llegar a ninguna parte. Si ha buscado en las montañas más altas o a través de los valles, o en la ciudad, o en una pareja; si ha corrido o caminado, si han pasado más de veinte años y todavía sigue buscando (cf. “I still haven´t found what I´m looking for”); ya es hora de que despierten del sueño (Romanos 13:11). Deshágase de todo peso que no es la cruz de la vida. Sigamos al Señor de la vida. Al que tiene palabras de vida eterna. Al que ha venido para que tengamos vida y no muerte. Al que llama las cosas que no son como si fueran. Al que hace milagros y maravillas. Al que puede decirnos quiénes somos y puede cambiar esta tristeza de ser hombres: "Dime Quién eres y por qué me visitas, por qué bajas hasta mí que estoy tan necesitado y por qué te separas sin decirme Tu Nombre… Dime también quién soy y por qué la tristeza de ser hombre” (L. Panero).

Tú me has dicho quién soy. Soy tuyo. Tuyo soy (cf. “Who am I” by Casting Crowns).

3 comentarios:

  1. Profe entendí perfectamente todo lo que dijo en la clase, pero podrían significar estos versiculos de Marcos, tambien, el propósito divino para el cual somos llamados a ser instrumentos y que va en contra de la naturaleza humana, pero de la mano con la naturaleza divina (Marcos v. 34, donde nos despojamos de nosotros mismos por este llamado y servicio de dar a conocer el evangelio, como Pablo indicaba en 2 Corintios 4:10-18, en especial v.10-12 y hace mención de morir externamente y vivir internamente a causa de Cristo) y son el proposito divino a realizar a través de nosotros y la ejecución de ese llamado, los que hacen que al seguir a Cristo quien es nuestra causa y nuestro fin y búsqueda de cada día, nos den la verdadera vida (no solamente como no muerte espiritual, sino también como el verdadero sentido de vivir en esta vida) (Marcos v.35-36) Escuché del profesor Greg que cuando nacemos solamente una vez (terrenal), morimos dos veces (de dos formas, carnal y espiritual), pero cuando nacemos dos veces (terrenal y espiritual), morimos solo una vez (terrenal, no así espiritual), porque hemos "logrado"(supongo que nunca se logra alcanzar en su totalidad por eso es la búsqueda), el FIN el cual es seguir a Cristo y todo lo que esta vida de dedicación implica.

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  2. Me llamó mucho la atención del hecho de que Cristo es el Fin y esto es algo que en la teoría lo entendemos bien pero, en la práctica, como mencionaba el profesor "vendemos" la verdad de Cristo a los demás como un medio para lograr los propósitos inspirados en el "punto de vista de satanás". Porque cuando utilizamos a Jesús como un medio estamos pensando en "Las cosas de los hombres".
    A poner atención como presentamos la verdad de Jesús a los demás.

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  3. Gracias Jessica y Jose por sus comentarios. Efectivamente, la Palabra de Dios es inagotable y siempre podemos entender mejor un texto, relacionarlo mejor con otros textos, profundizar nuestro entendimiento de las cosas de Dios, etc.

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Pastor de CCEB y Profesor del Seminario ESEPA. Ver más información en www.esepa.org